3 de junio de 2012

Secuencian genoma del alga Chlamydomonas.



Un grupo de investigadores reportó el pasado 12 de octubre en Science la secuenciación completa del genoma del Chlamydomonas reinhardtii, y lo han comparado con los 15.000 genes que tenemos en común plantas y animales.
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Los genes del alga unicelularChlamydomonas contienen más datos acerca del antepasado común a plantas y animales que la más rica excavación paleontológica y pueden ayudar a entender el origen de ciertas enfermedades en humanos.
El estudio muestra que este alga ha mantenido muchos genes que desaparecieron durante la evolución de las plantas terrestres, y que tiene otros asociados con algunas funciones en humanos, así como otros cuya función es desconocida pero que se suponen asociados con procesos metabólicos.
Aunque Chlamydomonas es más una planta que un animal, hay similitudes entre organismos fotosintéticos y animales que sorprenderían al hombre de la calle. Hace 20 años nadie hubiera supuesto que un alga retuviera genes asociados a funciones asociadas con los seres humanos y que serían útiles para el desarrollo de la comprensión básica de las enfermedades humanas. 

29 de mayo de 2012

ADN de 12 bases.


ADN sintético de 12 bases en lugar de las 4 habituales ayuda en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades y arroja luz sobre el origen de la vida en la Tierra.

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En las películas de ciencia ficción, además de mostrarnos extraterrestres de aspecto humanoide, nos hablan de ADN como si esta molécula fuera universal y la única capaz de portar la información genética. Pero esto no es cierto. Por desgracia, sólo disponemos de un génesis, el que se dio en la Tierra, y no de otros que se puedan haber dado en otros lugares del Universo. Aunque últimamente hay alguno que ha echado a volar la imaginación y dice que es posible que se diera un segundo génesis en este plantea, la posibilidades de que sea así son más bien remotas por no decir nulas.
Incluso la posibilidad de un segundo génesis en Marte o Europa (la luna de Júpiter) son más bien escasas. Por eso el único ejemplo de ADN natural del que disponemos es el que tenemos en la Tierra. Si por un casual se descubriera vida en otro sitio del Sistema Solar y tuviera un ADN igual al nuestro lo más seguro es que ambas vidas compartieran un mismo génesis y que estuvieran conectada por alguna panspermia (quizás gracias a la mediación meteoritos). La alternativa sería que el ADN fuese la única manera posible de almacenar información genética y otros sistemas químicos bajo evolución dieran con él.

27 de mayo de 2012

Transferencia horizontal en mamíferos.


Según unos investigadores parte del ADN de los mamíferos parece que se hubiera adquirido por transferencia horizontal. Si este descubrimiento se confirmara cambiaría la comprensión que tenemos sobre la evolución.

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Normalmente adquirimos nuestros genes verticalmente, es decir de nuestros padres, éstos de sus padres y así sucesivamente. Las bacterias por otro lado pueden transferirse genes horizontalmente del tal modo que ciertas cantidades de material genético pasan de una bacteria a otra entre individuos no emparentados.
Ahora biólogos de la Universidad de Texas en Arlington dicen haber encontrado algo sorprendente: transferencia horizontal en mamíferos y anfibios. Cédric Feschotte, líder del estudio, dice que los responsables de esta transferencia horizontal serían transposones que habrían saltado entre distintas especies gracias a los virus. Estos transposones habrían sido luego asimilados en nuestros cromosomas, asegurándose así su paso a las siguientes generaciones.
Según él que parte del ADN de los mamíferos no provenga de alguna especie ancestral es una idea muy interesante.

Reconstruyen un genoma precámbrico.


Reconstruyen genoma de hace 3000 millones de años y descubren que se produjo una Explosión Arcaica en la época, consecuencia de una expansión genética, y que esto podrían estar relacionado con el Evento de Gran Oxidación.


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No es fácil saber la historia biológica de la Tierra. Lo poco que sabíamos hasta ahora se averiguó gracias a los fósiles que nos legaron las criaturas que vivieron hace millones de años. De este modo, hemos podido reconstruir la flora y fauna del Carbonífero, del Devónico o del Jurásico. Antes de que los primeros seres conquistaran tierra firme ya había una rica variedad de vida en los océanos, vida que ya había desarrollado partes duras como caparazones, dientes, pinzas, etc. La famosa explosión del Cámbrico se caracterizó por una súbita aparición de animales complejos en el registro fósil, hace unos 580 millones de años. Cuando se descubrió Burguess Shale y sus animales de cuerpo blando bellamente conservados resulto ser un regalo excepcional, pues un cuerpo blando sin partes dura raramente deja tras de sí fósiles.